EL POTASIO
Regula la función del corazón, reduce la presión
 arterial, es necesario para el equilibrio normal de líquidos, fundamental para
 la función normal de los nervios y la función muscular, participa en la
 formación de glucógeno (combustible muscular) y ayuda a los pulmones a eliminar
 el dióxido de carbono.
EL MAGNESIO
Es un tranquilizante natural que mantiene el
 equilibrio energético en las neuronas y actúa sobre la transmisión nerviosa, cura
 la artrosis debida al ácido úrico, hace desaparecer el temblor senil, desvanece
 el agotamiento intelectual, previene los cálculos renales, actúa sobre el
 sistema neurológico favoreciendo el sueño y la relajación, entre otros…
SULFATOS

Actúan sobre la piel, sobre todo si cursan con
 importante descamación dérmica (psoriasis, epiteliomas, dermatitis, herpes,
 grietas de la piel, tumores de piel, úlceras con pus). En procesos
 inflamatorios crónicos a nivel de mucosas, sobre todo si cursan con secreciones
 amarillentas. En tendencias a la formación de pólipos.
LOS CLORUROS

Intervienen en problemas dérmicos (acné superficial,
 sequedad de piel, dermatitis, fisuras labiales, herpes), afecciones de las
 mucosas. En la unión del sodio con el cloruro (natrum muriaticum, la sal
 común), útil tanto en procesos que cursan con sequedad de mucosas como en
 procesos que cursan con exceso de líquidos (edemas, etc).
 
 
 

